• 16/10/2020

Los cambios físicos de la menopausia afectan a distintas estructuras del organismo femenino. La intensidad y características con las que se manifiestan estos cambios varían en función de la situación, el estado de salud previo y las condiciones personales de cada mujer. No obstante, sabemos que los conocidos como “sofocos” son uno de los síntomas más característicos de esta etapa, así como los cambios hormonales que afectan al estado de ánimo.

 

SÍNTOMAS DE LA MENOPAUSIA

Pero, además de estos síntomas más conocidos, existen otros que guardan una relación directa con la etapa de la menopausia y el climaterio y que inciden en la calidad de vida y en la salud de las mujeres durante este periodo. Estos son: el estreñimiento, las pérdidas de orina, la sequedad vaginal, diversas afecciones cardiovasculares y el síndrome de piernas cansadas, entre otros.

¿QUÉ ES EL CLIMATERIO?

Se conoce como climaterio la etapa fisiológica de la mujer en la que se producen una serie de cambios morfológicos, funcionales y psicológicos a causa del cese de la función ovárica. En él se incluye la época premenopáusica, la menopausia y la postmenopausia. Su duración puede ser de entre 5 y 15 años.

LA MENOPAUSIA Y LA CIRCULACIÓN DE TUS PIERNAS

El cambio fundamental provocado por la menopausia que afecta a la calidad de la circulación, especialmente a la de las piernas, es la reducción en la producción de ciertas hormonas que ejercen una prevención en el campo vascular, en concreto, una disminución de estrógenos. Estas hormonas, además de participar en el proceso del ciclo menstrual, también cumplen funciones en cuanto al deseo sexual, al tono muscular y a la distribución de grasa por el cuerpo.

Durante el climaterio y, sobre todo, durante la menopausia, los niveles de estrógenos bajan considerablemente, lo que provoca, entre otros fenómenos, que la musculatura de la pared venosa pierda tono y elasticidad. Fisiológicamente, las venas de las piernas están dotadas de elasticidad y de un sistema de válvulas que ayudan a empujar la sangre hacia el corazón, evitando que retroceda o se quede estancada por el camino. Pero, cuando las venas pierden elasticidad, se dilatan y el funcionamiento de este sistema se entorpece, provocando un problema de Insuficiencia Venosa Crónica (IVC). Esta afección puede ir acompañada de los siguientes síntomas para tus piernas:

  • Aparición de varices o arañas vasculares.

  • Calambres musculares.

  • Hinchazón de piernas.

  • Picor, pesadez y dolor.

  • Hormigueo y adormecimiento de las extremidades.

Circulación piernas

Si a la menopausia y sus consecuencias se le suman otros factores de riesgo como la predisposición familiar o llevar una vida sedentaria con unos hábitos poco saludables, las posibilidades de que se produzca esta insuficiencia venosa es muy elevada. Por eso, se deben controlar estas señales y síntomas adquiriendo buenos hábitos y llevando a cabo un estilo de vida activo.